“Una vieja casa de pueblo”

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Este es sin duda uno de nuestros proyectos más espectaculares.

Una vieja casita de pueblo de adobe y estructura de madera, convertida en una vivienda unifamiliar de dos plantas, con jardín, merendero y bodega.

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En esta ocasión realizamos una reforma integral manteniendo la estructura exterior y conservando elementos arquitectónicos originales como los pilares de madera, que tratamos y dejamos vistos, aportando una personalidad y esencia característica de la arquitectura de Castilla de hace más de 150 años. 

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En esta vivienda de 75 m2 por planta, realizamos un diseño y una distribución basándonos en la funcionalidad como factor principal y en la comodidad como hilo conductor del proyecto. 

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De esta manera ubicamos dos habitaciones en la planta baja, para satisfacer las necesidades de nuestros clientes sin tener que utilizar la planta superior, un baño, salón y cocina. En la planta superior distribuimos un baño y tres habitaciones, dos de ellas utilizadas como dormitorios y otra como estudio. 

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Aportamos luz y amplitud a la vivienda con cristaleras hacia el jardín, una cocina integrada en un salón a doble altura, que permite visualizar los más de 9 metros hasta el tejado de esta maravillosa casa. 

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La diferencia entre una casa y un hogar está marcada por “lo vivido”,  en este  proyecto dimos gran importancia a la zona exterior para que se pudiese hacer vida y disfrutar de ella. Diseñamos una zona de jardín amplia, diáfana y con vegetación, que une la vivienda con una zona de barbacoa y merendero. 

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La joya de esta vivienda es la bodega que se localiza bajo la casa, un espacio que tuvimos que recuperar, conservando el arco de medio punto de piedra que marca la entrada. 

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